INVISIBLE
abril 26, 2025“Invisible” es una serie de ficción basaba en la novela homónima
de Eloy Moreno.
Cuando tomé la decisión de verla pensé que era una serie de fantasía. Nunca imaginé que el dolor del nudo que sostenía todo lo que se había roto regresaría y las cicatrices volverían a escocer.
“Invisible” es un retrato de uno de los mayores estigmas de nuestro mundo, el acoso escolar. El realismo de su argumento no es más que el reflejo de tantas historias anónimas que apagaron su voz y se hicieron invisibles, para poder sobrellevar el dolor de las heridas infligidas por sus acosadores.
Una de ellas fue mi hermana. Con tan sólo 10 años, a las 4 de la madrugada de un frio y oscuro 27 de diciembre se deslizó desde la ventana de un cuarto piso, huyendo de su pesadilla. Tras los interrogatorios oportunos y el análisis de las pruebas forenses, la investigación concluyó que había sido un accidente. No obstante, quedo demostrado que llevaba todo un trimestre sufriendo acoso escolar por parte de su “mejor amiga” que se había convertido en su “peor enemiga” y de su tutor de clase. Las amenazas, los golpes y las humillaciones a la que se había visto expuesta la hicieron vulnerable y sin nadie que la protegiera, se convirtió en la presa ideal.
Su huida fue el más duro despertar.
El acoso escolar es un tema que nos concierne a todos y no puedo estar más de acuerdo con Eloy Moreno con que una de las soluciones pasa por concienciar a la sociedad.
Sin embargo, no me pasa igual con el final del relato. Desde mi historia personal, no es verosímil. Porque no comprendería que, tras el sufrimiento del protagonista, tanto él como su familia se juntaran en una sala de actos con sus acosadores y los testigos, que nunca hicieron nada para defenderlo, y les perdonaran lo pasado. Y lo he vivido. Años después, cuando la acosadora de mi hermana se me acercó en la calle, arrepentida y pidiendo perdón por todo lo que le había hecho, no pude sentir más que desprecio y mi pensamiento fue real y directo. ¿Por qué ella seguía ahí, de pie, respirando mientras mi hermana hacia ya años que no lo podía hacer? Sus palabras no cesaban, mientras buscaba comprensión y perdón. Yo sólo podía pensar en el dolor y el miedo que por su culpa debió sentir mi hermana, el dolor y la impotencia de mis padres que la habían perdido sin poder protegerla, las oportunidades que perdió y las decisiones que ya no podría tomar, la rabia por no haberme dado cuenta a tiempo y poder ser capaz de defenderla y mil razones más que surcaban las cicatrices que me hablaban de ella y del volumen que dejó su ausencia. En un momento, sentí muchas cosas y ninguna de ellas se acercaba al perdón. No creo en imposibles.

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