De pequeña, mis patines eran mi juguete favorito. 

La primera vez que patiné tendría unos siete años.
Con un sólo patín y cogida de la mano de mi hermana, Pili,
bajamos sin frenar la calle Ciudad Real.
Cruzamos Travesera de Gracia
y frenamos justo en el escaparate de una juguetería.
Fue  lo más emocionante de nuestras vidas.
Así que repetimos tantas veces como pudimos.

A los nueve años, al poco tiempo de irse Pili,
mi madre me compro mis primeros patines de bota.
Eran de color negro y con ruedas azules.
Fue un regalo inesperado.
Algo que hubiera querido compartir,
 con mi compañera de juegos y aventuras.

Cuando me los puse,
allí estaba de nuevo ella.
A partir de ese día, cuando patinaba 

A los 13 años, cuando David me regalo
unos preciosos patines blancos con ruedas azules,
no podía estar más emocionada y agradecida.
Me encantaba patinar.

Durante la infancia,
¿Cúal fue tu juguete favorito?